viernes, 26 de octubre de 2007

Prefiero ver a dos hombres amándose que a cien matándose

¿Y decís que las mujeres somos contradictorias?
Anda nene...ahí van 10 contradicciones gays...

1. Mostrarte furioso y llorar durante una misma discusión.
2. Aguantar que un hombre te coloque los cachos y te abandone durante meses, y sin embargo enfurecerte con tu mejor amiga porque tenía que trabajar el día que te sentías "tan mal".
3. Pedirle consejo a todos los amigos antes de iniciar una relación y terminarla porque lo dijo el horóscopo.
4. Enamorarte de un tipo casado porque es incapaz de traicionar a su pareja.
5. Comprar una camiseta porque esta de moda y no ponértela porque ‘todo el mundo la tiene’
6. Considerar que la dieta sugerida por el doctor es exagerada, pero seguir al pie de la letra la dieta de los ocho vasos de agua y el jugo de papaya en ayunas que apareció en la ultima edición de Cosmopolitan.
7. Seducir a un hombre con la absoluta certeza de que jamás permitirías que él te toque ni un pelo.
8. Ir a todas las reuniones donde sabes que está el hombre que te rompió el corazón
9. Considerar que alguien menor de 25 es un niño y mayor de 30 es un anciano.
10. Indignarse por el sufrimiento en los documentales de animalitos del Animal Planet y quedar sin respiración de la emoción al ver una chaqueta de cuero autentico.

Que conste que había 50, sólo he elegido las que me has hecho sufrir este mes...
Un mundo....

miércoles, 24 de octubre de 2007

Gente querida y perdida, gente amada y odiada a la vez

Desde que estoy en Jaca echo de menos las maratonianas sesiones de "terapia" en grupo con mis cinco chicas. En las tres horas que podíamos estar sentadas escuchaba historias diversas, historias de tristeza y de fortaleza. Personas frágiles jugando a fuertes, tirando del carro de una vida ajena y problemática. Buscando entender problemas a la vez tan cercanos y tan ajenos. Intentando sortear las ingratas mareas de una vida y capear un temporal extraño e injusto. Participando en un teatro como actores y espectadores a la vez. Malabaristas, policías, amantes y ejecutores para su gente. Gente querida y perdida, gente amada y odiada a la vez. Cansados. Dolidos. Esperanzados.

Ahora se lo lo frágil que es el ser humano. Parecemos todos una panda de pollitos mojados preparados a temblar ante el viento adecuado, a cada uno el suyo. Unos temblamos, otros agonizamos. Todos caemos.

Hay problemas mayores y problemas menores, pero todos los llevamos con MAYÚSCULAS, clavados a fuego en ese lugar impreciso que habita entre la razón y los instintos. Vivimos empeñados en alimentarnos de nuestras penas de una forma u otra, dolientes o resistentes, quejosos o envalentonados, agonizamos breve o ampliamente ante el mundo o venas adentro.

No nos salvan la educación, ni el dinero, ni la posición, ni la familia, ni los amigos, ni la suerte, ni siquiera la experiencia.

Quiero creer que ha de existir alguna forma de salir de ese círculo vicioso que todos de una forma u otra alimentamos. De sacudirnos las reglas y las formas en pos de la felicidad.

Y para terminar con esta sarta de pensamientos con que esta madrugada os invado, os dejo unas palabras de un amigo – ¿me permite usted el plagio? - que me impactaron mucho y que decían así:


"A veces son las mejores personas las que más sufren, y eso tampoco lo saben, porque las mejores personas no saben que lo son, siempre torturadas porque no llegaron, no supieron, no pudieron."

miércoles, 10 de octubre de 2007

Seriamente...

Hoy me he levantado , dolorida, cansada y con náuseas. Mi amiguita del alama me ha dicho guinándome un ojillo que a ver si estoy embarazada.

Y yo me he empezado a preocupar seriamente.

No hago más que darle vueltas a la cabeza. No puedo pensar en otra cosa. No entraba en mis planes pensar de nuevo en la maternidad en este momento. ¿Otro hijo? ¿Toda esa responsabilidad? ¿Estoy preparada para volver a ser madre?

Bien pensado en la edad estoy, si Ana Rosa Quintana puede, ¡ anda que no voy a poder yo!. Si lo pienso bien, tener otro bebé me puede hacer hasta ilusión, últimamente me noto con el instinto maternal más agudizado. El rodaje lo tengo hecho después de tener a Nhoa. Sé cambiar pañales, dar biberones; sé de apiretales y dalsys, de mocos, de cantar nanas, de arrullar. Sé lo del libro ese de "duérmete niño" que sólo funciona si tienes una voluntad más férrea que la del sargento de hierro. Improviso cuentos como si fuera la misma Nanny y ante un ataque de llanto mi mano se convierte en una peluda araña capaz de distraer con sus bailes a chicos y grandes. Doy masajitos en la tripa que alivian los gases (NO, no pienso probar esto con adultos). Y sé de Teletubbies y su ambigüedad morada, del Lunnies, de Caillou, de Pocoyó y de canciones moderno-infantiles que están mas allá y más acá de nuestra época.

Es cierto que mi casa es de alquiler y pequeña, pero antes la gente vivía más apretujada y tampoco pasaba nada. Lo mismo pienso del dinero, en según qué casas es posible estirar un sueldo como el nuestro para unas cuantas personas. Además ahora están las ayudas estatales, esas que permiten que tener un hijo sea tan cómodo y fácil que en vez de uno hasta apetece tener cinco.

En el ámbito ético moral me preocupa lo de intentar transmitirles a mi hijos unos valores que no sólo se cotizan menos cada día, sino que pueden hacer que en algún momento de su vida les coloquen el sanbenito de "pringaos". ¿Y como le explico a mi "bebés" que hay música aparte del reggeton y que la gente tiene más inquietudes que las de ser famoso o pasar por gran hermano? ¿Cómo les cuento que hay que luchar por ser feliz aunque la vida esté hecha de tropiezos? ¿Que la belleza está sobrevalorada y que la verdadera belleza reside en el interior, aunque la bondad resulta ser un arma que puede ser utilizada en tu contra?

En fín que estoy hecha un mar de dudas.
Aunque lo que más, más me preocupa de todo esto es una pregunta que quizá me podáis resolver.......



¿Sabéis que tal resulta el Espíritu Santo ese como padre?